Es un cacao elaborado a más de 1.300 metros de altura de una variedad poco habitual (Chuncho) que Raúl va manteniendo con injertos en árboles muy viejos y poco productivos que le transmiten al haba el aroma de almendra fresca, nueces con un sabor tropical de mando, mandarina y nectarina con poca acidez y fruta amarilla con toques especiados, finales de toffee, dulce de leche, nuez moscada, entre otras. Kankel compra casi la totalidad de la producción que es de entre 900 y 1.080 kg al año.
Conservar en un lugar fresco y seco.